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Solución para la prevención y lucha contra incendios en correas transportadoras

 

 

Los transportadores continuos son conocidos por ser un medio de transporte a granel extremadamente barato y confiable que requiere poca intervención de mantenimiento. Por este motivo, es uno de los medios de manipulación de graneles más utilizados en el mundo.

 

El gran villano de este tipo de sistemas es la contaminación del sistema de rodamiento de los componentes que generan y transmiten el movimiento de la carga. Al tratarse generalmente de grandes sistemas que conectan puntos con decenas o incluso centenares de metros de distancia entre ellos, la supervisión periódica de los componentes exige una gran disciplina, y a menudo surgen imprevistos que pueden provocar grandes trastornos en el sistema.

 

Un rodamiento bloqueado, por ejemplo, puede provocar el calentamiento del rodillo debido a la fricción entre éste y la correa, y cuando el rodillo está fabricado con el mismo material que la correa, el aumento de temperatura es muy rápido y puede provocar la autocombustión del revestimiento del caucho del rodillo. Según la situación y las proporciones adoptadas, el transportador puede quedar inutilizado y convertirse en chatarra.

 

Pensando en estos riesgos operacionales y buscando aumentar la confiabilidad de sus productos, IMEPEL viene desarrollando soluciones para mitigar las paradas en los transportadores y aumentar la vida útil de sus productos, además de proporcionar la seguridad de la operación. Así, presentamos el revestimiento de caucho vulcanizado, atendiendo a los criterios más exigentes de la norma UL94, la clasificación V-0, con las características que se muestran a continuación:

 

 

Además de generar mayor confiabilidad, los rodillos de retorno y/o impacto con propiedad retardante de llama generan menores costos operativos, pudiendo reducir significativamente el seguro de la planta.

 

 

Recuerde siempre: al identificar un punto de inicio de llama en el transportador, no apague el sistema sin antes controlar y extinguir el foco de llama, pues al detener el transportador las llamas se propagarán con una velocidad mucho mayor por la correa, haciendo que el fuego tome mayores proporciones, pudiendo inutilizar completamente el transportador.

 

 

       

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